
Llega a EEUU vuelo con ex presos políticos nicaragüenses liberados.
WASHINGTON — Un vuelo con un grupo de ex presos políticos nicaragüenses liberados este jueves por el gobierno de Daniel Ortega aterrizó el jueves en el aeropuerto Aeropuerto Internacional Washington-Dulles.
El gobierno de Ortega liberó a 222 presos políticos con la facilitación de Estados Unidos, según informaron este mismo jueves fuentes de la Casa Blanca y del Departamento de Estado.
Entre lágrimas, cantos y gritos de victoria, decenas de nicaragüenses se reunieron en la mañana del jueves en el aeropuerto donde aterrizaron los ex presos políticos liberados.
El activista nicaragüense Oswaldo León, que aguardaba a la llegada de la aeronave en el aeorpuerto, dijo a la Voz de América que la noticia los encontró desprevenidos, pero que se activaron ante la urgencia de la situación.
“Todos aquellos que han estado apoyando y trabajando para la liberación de los presos políticos por parte de la dictadura, algunos se han reunido para dar la bienvenida a esos 222 presos y presas que llegan a Washington DC esta mañana”, comentó en la terminal aérea.
Algunos que acudieron al aeropuerto ofrecieron transporte para reunir a los expresos con sus familiares en otros estados.
“A los que tienen familiares que posiblemente vienen en el avión que no están acá, nosotros los vamos a recibir. A los que tienen familiares en DC y a los que tienen familias en otros estados, les vamos a ayudar para que puedan llegar a su destino”, dijo Ariana Gutiérrez Pintola, hija de la opositora nicaragüense Evelyn Pinto, antes de saber que el nombre de su madre está en la lista de liberados.
Activistas y familiares se reunieron frente a la puerta de salidas internacionales a la espera de recibir a sus compatriotas.
Entre otras cosas, gritaban “si se pudo”, mientras entonaban el himno de Nicaragua. Las banderas del país centroamericano también se tomaron el área del aeropuerto, donde la tensión y expectativa se mantenía para ver las primeras personas salir en libertad a suelo estadounidense.
José Rocha dijo a la VOA, muy emocionado, que esperaba, en especial a su amiga y compañera de trabajo, Samanta Girón, y “a todas estas personas que hoy en día lograron su libertad, están libres, desterrados de su tierra, les quitaron la ciudadanía… Feliz porque están acá, van a rehacer su vida poco a poco”.
“Ellos adentro estaban resistiendo, adentro estaba incomunicados”, explicó Rocha, sobre la situación que vivían los presos políticos en Nicaragua, y además dice que actualmente continúa abogando por “una Nicaragua libre”.
Gustavo, por su parte, se describe como un “excarcelado político” y, desde hace tres años que vive en EEUU, dice que guardaba la esperanza por ver a sus compañeros “que fueron recapturados”, cuando él estuvo detenido, lo que calificó como una “tortura” propia y para los familiares.
“Tenemos amistades ahí de que trabajamos en la lucha, en las organizaciones en Nicaragua y a ellos nosotros venimos a respaldar porque nos sentimos contentos de esta liberación, que es una bendición”, añade Gustavo, quien afirma entender “el placer de la liberación”.
Por su parte, Ariel Sotelo, exmiembro del Consejo Político de la Unidad Nacional, dijo también estar a la expectativa de abrazar a sus compañeros y reiteró continuar denunciando a la Asamblea nicaragüense y “la dictadura” de Daniel Ortega.
“Hoy estamos con esta alegría que no nos cabe en el corazón de poder volver a abrazar a nuestros compañeros y compañeras”, dice con alegría.
Varios nicaragüenses dijeron haberse enterado de la liberación a través de los medios de comunicación. “Era increíble”, repetían entre ellos. Pese a su felicidad, aseguraron que mantendrían la lucha por el restante de presos políticos que continúan en Nicaragua.
Entre los liberados figuran dirigentes políticos y empresariales, periodistas, representantes de la sociedad civil y estudiantes, indicó el secretario de Estado, Anthony Blinken, en una declaración.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo bajo condición de anonimato a The Associated Press que todos los expresos liberados salieron del país centroamericano voluntariamente.
El gobierno de Ortega asegura que los opositores encarcelados y otros estuvieron detrás de las protestas callejeras de 2018, que dice fueron un complot para derrocarlo y que fueron reprimidas con violencia, dejando al menos 300 muertos y cientos de heridos.
Decenas de miles de opositores nicaragüenses han huido al exilio, la mayoría al vecino Costa Rica.
Antes de las elecciones presidenciales del 2021, que fueron señadas como “fraudulentas” por una buena parte de la comunidad internacional, incluyendo a EEUU, el gobierno de Ortega encarceló a decenas de opositores, entre ellos siete aspirantes presidenciales.