Tsunami de contagios de covid en China: “La situación es peor de lo que se cree, muere mucha gente”.
Pekín, en medio de su mayor ola de contagios desde el estallido de la pandemia de covid-19, vive dos realidades paralelas. Por un lado, la situación en los hospitales es grave, como se temía, y es la razón por la que las autoridades aseguran que prorrogaron la férrea aplicación de la política covid cero todo lo que pudieron. Pero, por otro, desde el fin de semana la capital china está dejando huellas de centros comerciales y restaurantes repletos de familias que ya han superado la enfermedad y que, una vez recuperadas, salen a la calle a ver las luces navideñas, a comprar regalos o Disfrute de pasatiempos como el patinaje sobre hielo. Esta dicotomía que se observa en la capital no dista mucho de lo que sucede en las principales ciudades del país. La mayor preocupación del Gobierno, sin embargo, se centra en las zonas rurales, que ya se preparan para un inminente golpe de contagios por los desplazamientos masivos por las fiestas del Año Nuevo Lunar.
La preocupación también se extiende a otros países, especialmente a los vecinos. Desde que China anunció la eliminación de las cuarentenas para los viajeros provenientes del extranjero y la renovación de los pasaportes de sus nacionales para que puedan salir al exterior, varios Estados han impuesto o están considerando aplicar restricciones, en parte por la falta de transparencia con las que consideran que Beijing maneja los datos de la pandemia. Japón, Taiwán e India requerirán una PCR negativa para las personas que vienen de China. Italia también les exigirá que se sometan a un test, después de que en algunos aeropuertos casi la mitad de los pasajeros del gigante asiático hayan dado positivo, según informa la agencia Efe. Mientras tanto, fuentes oficiales estadounidenses citadas por la agencia Reuters han expresado su preocupación y han abierto la puerta a la adopción de restricciones.
“La situación actual no invita al optimismo. No sé si ya pasamos el pico de muertes o cuándo lo pasaremos. Lo único que puedo compartir es que la situación es peor de lo que se cree y que mucha gente está muriendo. No diré nada más”, zanja el Dr. Jia a través de un mensaje de WeChat. Jia trabaja en la sala de emergencias de un hospital de Beijing que, asegura, está abrumada. “Tenemos muchos pacientes, muchos de ellos con otras enfermedades de base, que están en estado grave. Actualmente, los recursos médicos son insuficientes, no tenemos tantos medicamentos y equipos como esperábamos. Estamos muy cansados. Apenas tenemos descansos porque hay una gran escasez de personal en este momento. Llegamos a trabajar estando enfermas, pero aun así no nos derrumbamos”, describe.
En una publicación que publicó el martes por la noche en sus momentos de WeChat (similares a su muro de Facebook), esta doctora aconseja a sus contactos con familiares mayores o con otras enfermedades que protejan a sus familiares: “La realidad es que para ver hay que esperar al menos”. cuatro horas para un médico en urgencias, y tal vez hasta un día entero para que te rehidraten, pero, aunque lo consigan, es posible que la paciente no reciba el tratamiento más adecuado para su enfermedad, porque, aunque se lo quieran prescribir , no hay medicamentos. Aunque quiera hacerme un examen médico completo y ponerme un ventilador, no puedo, porque no hay suficientes médicos y enfermeras. Así que por favor cuídense mucho”, ruega en su escrito. .
Las semanas más peligrosas en China
Epidemiólogos occidentales advierten que China se enfrenta a las semanas más peligrosas desde el estallido de la crisis sanitaria a principios de 2020. El 7 de diciembre, el gigante asiático dio un giro inesperado y abrupto en su lucha contra la covid, acelerado por una ola de protestas entre distintos sectores de la población, exigiendo una flexibilización de los férreos protocolos que desde hace casi tres años dictan la vida de sus 1.400 millones de habitantes. El cambio, que se ha producido cuando el país ya afrontaba su mayor brote de contagios y en pleno invierno, ha provocado un tsunami de contagios que está poniendo contra las cuerdas a su sistema sanitario.
El domingo, funcionarios de la provincia de Zhejiang, hogar de 65 millones de personas, anunciaron que el número de casos diarios superó el millón, mientras que los de la ciudad portuaria de Qingdao, de 10 millones, estimaron que alrededor de 500.000 personas se estaban enfermando. infectando todos los días. El dato contrasta enormemente con la versión oficial de la Comisión Nacional de Salud, que ese domingo publicó solo 4.103 casos nuevos en todo el país, antes de anunciar que, en el futuro, dejaría de reportar cifras diarias relacionadas con la covid-19.