Buenos Aires fue y es el epicentro de una desbordante “sana locura”.
Los festejos en todo el país tras el triunfo de su seleccionado sobre Francia y la conquista de la tercera Copa del Mundo en su historia dejó emoción y lágrimas.
Una multitud de fanáticos de todas las edades y vestidos con los colores de la bandera Argentina, iniciaron los festejos en el Obelisco, en Palermo, y en las calles de toda la ciudad de Buenos Aires tras el triunfo de su Selección contra Francia por penales, que algunos encomendaron a “San Maradona” para que sus jugadores no erraran ninguna ejecución desde los 12 pasos.
Finalmente, tras 36 años de derrotas mundialistas, los argentinos volvieron a salir a las calles para celebrar su tercera copa en la historia de su fútbol.
Desde banderas con el rostro de Maradona y máscaras con el rostro del papa Francisco. Los cientos de miles de fanáticos saborearon la victoria final del seleccionado dirigido por Lionel Scaloni.